Algas Superfilum esta división es extremadamente amplia y contiene plantas que van desde organismos microscópicos unicelulares, que se engendran y se desarrollan por simple división, a los que superan incluso los 300 metros de envergadura, tienen períodos reproductivos complejos y son multicelulares, con tejidos especializados y diferenciados. A causa de esta gran diversidad de estructuras y de hábitos, todavía no se ha hallado una forma verdaderamente satisfactoria de catalogar las algas y se transfieren las especies de una clase a otra a medida que se van conociendo mejor.
Recientemente, toda una clase, las algas azulvedosas, ha sido retirada en bloque y agregada a las bacterias. Las algas, sin embargo, tienen diferentes colores, y los pigmentos que encierran son importantes para establecer la división de las distintas clases. Todas presentan la básica clorofila verde, pero algunas contienen también pigmentos adicionales auxiliares de color amarillo, pardo o rojo, que a veces enmascaran el verde. Por lo general, se establece una distribución por zonas de las algas en las costas rocosas, siendo frecuente la presencia de algas verdes, pardas y rojas. Esto sucede porque la luz, que es esencial para la fotosíntesis, va siendo filtrada a medida que se desplaza hacia el fondo marino y, según lo clara o turbia que este el agua de mar, la oscuridad se producirá a unas profundidades que oscilan entre 16 y 20 metros. Los rayos largos y rojos no penetran tanto como los cortos, que son azules o verdes, y así, a medida que los colores complementarios son absorbidos y utilizados, las algas rojas y pardas se van haciendo más abundantes a mayores profundidades y en aguas extremadamente claras; algunas pueden sobrevivir incluso a profundidades de 150 metros. Pero no todas las algas viven en las costas recosas: algunas escogen los pilares de madera de los muelles y las quillas de los barcos, mientras otras viven en simbiosis con otras plantas y animales o son incluso parásitas. Las formas planctónicas de flotación libre son más difíciles de clasificar como plantas sin ayuda de un análisis microscópico; pero, no obstante, son extraordinariamente importantes en la economía del mar, pues representan el principio de la compleja cadena alimentaría que, a través de los peces, conduce finalmente al hombre. El consumo y cosecha directa de algas está alcanzando cada vez más importancia económica y ya se consumen más de 70 especies, sobre todo en China y Japón.
Otros usos económicos alcanzan la extracción del yodo, la producción de sosa y la manufactura de pectinas, manejadas como agentes gelificantes para jaleas y helados.
Por otra parte, y como una forma más de monopolizar las algas, se preparan fertilizantes con muchas algas, y actualmente se estás efectuando numerosas investigaciones en este significativo campo económico.
Recientemente, toda una clase, las algas azulvedosas, ha sido retirada en bloque y agregada a las bacterias. Las algas, sin embargo, tienen diferentes colores, y los pigmentos que encierran son importantes para establecer la división de las distintas clases. Todas presentan la básica clorofila verde, pero algunas contienen también pigmentos adicionales auxiliares de color amarillo, pardo o rojo, que a veces enmascaran el verde. Por lo general, se establece una distribución por zonas de las algas en las costas rocosas, siendo frecuente la presencia de algas verdes, pardas y rojas. Esto sucede porque la luz, que es esencial para la fotosíntesis, va siendo filtrada a medida que se desplaza hacia el fondo marino y, según lo clara o turbia que este el agua de mar, la oscuridad se producirá a unas profundidades que oscilan entre 16 y 20 metros. Los rayos largos y rojos no penetran tanto como los cortos, que son azules o verdes, y así, a medida que los colores complementarios son absorbidos y utilizados, las algas rojas y pardas se van haciendo más abundantes a mayores profundidades y en aguas extremadamente claras; algunas pueden sobrevivir incluso a profundidades de 150 metros. Pero no todas las algas viven en las costas recosas: algunas escogen los pilares de madera de los muelles y las quillas de los barcos, mientras otras viven en simbiosis con otras plantas y animales o son incluso parásitas. Las formas planctónicas de flotación libre son más difíciles de clasificar como plantas sin ayuda de un análisis microscópico; pero, no obstante, son extraordinariamente importantes en la economía del mar, pues representan el principio de la compleja cadena alimentaría que, a través de los peces, conduce finalmente al hombre. El consumo y cosecha directa de algas está alcanzando cada vez más importancia económica y ya se consumen más de 70 especies, sobre todo en China y Japón.
Otros usos económicos alcanzan la extracción del yodo, la producción de sosa y la manufactura de pectinas, manejadas como agentes gelificantes para jaleas y helados.
Por otra parte, y como una forma más de monopolizar las algas, se preparan fertilizantes con muchas algas, y actualmente se estás efectuando numerosas investigaciones en este significativo campo económico.
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