En otros tiempos no se sabía por qué se producía o qué elementos la ocasionaba, atribuyéndose a diferentes factores, dependiendo de la época y cultura.
Algún naturalista lo atribuyo a la influencia lunar. Los antiguos griegos afirmaban que era provocado por la furia de Neptuno, en la Biblia encontraremos en Éxodo 7:20 hasta el 7:21 donde se dice: “Y toda el agua que estaba en el Nilo se convirtió en sangre. Y los peces que estaban en el Nilo murieron, Y el Nilo se tornó contaminado, tal que los egipcios no podían beber el agua del Nilo”, etc, etc.
Con la modernización e investigación en 1957, por fin se descubrió la causa, echando por tierra todas las atribuciones y leyendas que la historia forjó por desconocimiento.
El resultado no fue otro que la causa de esta coloración son unos seres microscópicos pertenecientes al plancton, de la familia Dinoflagelados o (Dinofíceas) una familia compuesta por más de 1000 especies repartidas por todo el mundo acuático, Las Dinofíceas no son del genero animal, ya que tienen elementos clorofílicos como las plantas. Tampoco son vegetales, puesto que tienen una movilidad típica de los miembros del reino animal. Son un organismo de transición entre lo vegetal y lo animal, aunque algunos científicos prefieren considerarlo como alga microscópica.
De aquí en adelante las denominaré algas móviles.
Son algas móviles unicelulares con dos flagelos, y uno de ellos situado en un surco que tienen alrededor del cuerpo (cíngulo). Algunas tienen paredes delgadas, pero otras, como el Ceratium, poseen una gruesa armadura de placas. En estas especies es posible, incluso, que la ingestión de materia en partículas se realice por la abertura de dichas placas. Muchos dinoflagelados (cerca de la mitad de los conocidos) son saprofitos y carecen de color, como Noctiluca, que produce un brillo luminiscente cuando es molestada. Algunas especies son parásitas de los peces y de invertebrados.
Los dinoflagelados, como las diatomeas, son abundantes e importantes en el plancton.
Se conocen que algunos sujetos de la familia como puede ser los Alexandrium Catenella, Alexandrium Tamarense, Gymnodinium catenatum, Pyridinium bahamense, Pyridinium bahamensis, Karenia brevis, etc, etc.
Hay diversos factores, como la salinidad, temperatura, Ph, corrientes marinas, luminosidad e, incluso, la contaminación provocada por el ser humano, que activan un ciclo vital provocando el frenesí de reproducción, provocando la floración algal, reproduciéndose en cantidades prodigiosas, hasta tal punto que el agua se vuelve más compacta y espesa, pareciéndose a la sangre (de ahí el nombre de marea roja).
Existen otros microorganismos que por su naturaleza proporcionan otras tonalidades al agua. Los colores pueden ser anaranjado, amarillo, marrón, azul, café, rosa, pardo, y verde.
No todas las floraciones son letales para el ser humano, pero algunas sí.
Habitualmente estos pequeños microorganismos se encuentran en proporciones de docenas hasta centenares por litros de agua en cualquier parte del mundo; incluso hasta 1000 unidades de concentración por litro se considera baja o no peligrosa.
Cuando se produce las floraciones algales, ese aumento exagerado de individuos por litro de agua, unos100 mil o mas, estos microorganismos se vuelven sumamente peligrosos, haciéndose notar las toxinas liberadas, matando todos los peces que por equivocación las consumen, y así, en cadena, a las aves que se comen estos peces contaminados, al ser humano que por equivocación consuma aves, peces o moluscos contaminados.
Sólo los moluscos como las ostras y su familia pueden digerir la floración sin morir en el intento, eso sí, se le quedan en el cuerpo las toxinas.
Por este fenómeno, hoy en día, la gran mayoría de países prohíben el consumo de peces y moluscos cuando detectan algún indicio de marea roja.
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