ALGAS VERDEAZULES Y BACTERIAS parte1

Las algas verdeazules (cianoficeas) estuvieron consideradas hasta hace poco como algas, hoy día parece más correcto relacionarlas con las bacterias, pues difieren mucho de las algas de otras clases, y en cambio comparten ciertas características fundamentales con las bacterias. Las cianobacterias son microorganismos cuyas células miden sólo unos micrómetros (µm) de diámetro, pero son más grandes que la mayoría de las otras bacterias. Tienen un metabolismo reducido y soportan condiciones de vida desfavorables. Lo mismo que las bacterias, están carentes de núcleos y de cromosomas organizados, y en algunas especies la pared celular es parecida a la de las bacterias. Las algas verdeazules muestran diferentes colores, desde el amarillo y rojo al negro y púrpura. Estos colores son elaborados por los pigmentos y por la refracción de la luz. Algunas variedades de especies, por ejemplo Nostoc.

En período húmedo se establece en masas hidratadas, gelatinosas, blandas e informes de algunos centímetros, de color marrón o verde oliváceo, que reposan sobre claros del suelo o rellanos entre roca.
En período reseco se comprime a unas láminas pequeñas frágiles y negras, que pasarán desapercibidas.
Al prestar atención al microscopio, el Nostoc queda constituido por vínculos no ramificados de células, dentro de una matriz mucilaginosa. En la cadena de células, alguna vez que otra se entremezcla una célula grande, el heterocisto.
Al curiosear un Nostoc, nos volvemos a los comienzos de la prehistoria evolutiva de la Tierra. Sin las cianobacterias, sin su pertinente dispositivo bioquímico de fotosíntesis que transmuta la energía de la luz del sol en componente orgánico, es el testimonio de la vida en la Tierra, la historia de todas las historias, nunca hubiese acontecido.
Consiguen consolidar el nitrógeno del ambiente, de idéntico modo que la bacteria del nódulo de la raíz de los guisantes. La casi totalidad de algas verdeazules marítimas son litorales, sólo unas cuantas de ellas son planctónicas, Viven de forma parasitaria en otra vegetación o consiguen agujerear las rocas.
Son unicelulares, aunque constituyen agrupaciones. Las cianobacterias se presentaron en la Tierra hace unos 3.000 millones de años, por evolución a partir de bacterias fotosintéticas anaeróbicas aún más primitivas que manipulan hidrógeno o ácido sulfhídrico. Las cianobacterias conquistaron la transformación de importancia trascendental. Ellas improvisaron la fotosíntesis fundada en el pigmento verde clorofila y en el fraccionamiento de la molécula de agua en hidrógeno, manipulando como fundamento de poder reductor para transmutar el dióxido de carbono en componente orgánico, y en oxígeno liberalizado como subproducto. Las cianobacterias comparten con algunas bacterias la facultad de aprovechar N2 atmosférico como fuente de nitrógeno.